Los Orígenes
La generación de los treinta y tantos! Recordará los tiernos inicios en esto del móvil, y con modelos en mano tan emblemáticos como el Nokia 3200, el Ericsson T18, o el Motorola StarTack. Estos dos últimos con una pantalla de un par de líneas, suficientemente grande para ver el número de teléfono a marcar, los contactos de la guía cada vez que se pulsaba las teclas direccionales, y unas pocas palabras de un mensaje de texto de 160 caracteres máximo. Dispositivos ya de bolsillo, con una batería que permitía una espera de 60 horas y unos 180 minutos en conversación, cuyo mayor atractivo podía ser la novedad, o la mera posesión de uno de ellos, y no porque dispusiera en sus entrañas de estas, aquellas, u otras funcionalidades. No, simplemente ¿por su diseño? ¿por la calidad de los materiales? ¿por la capacidad de la batería? ¿por ser más caro, y por tanto más elitista? En aquellas épocas, por lo que puedo recordar, los dispositivos disponían de funciones básicas y unificadas, tan sencillas como: recepción/realización de llamadas, envío/recepción de SMS, entradas en la agenda (citas, reuniones..), reloj, manos libres (en auricular, claro está), y no creo que muchas más opciones ( quizás el famoso juego de la serpiente de los Nokia con más de dos líneas de pantalla). Y es que por aquel entonces la gente solo pensaba en los celulares como un instrumento comunicativo propiamente dicho, del que disponer fuera de casa para ya no solo realizar llamadas de emergencia sino para “¿dónde estás que no te encuentro?” ó “Disculpa me voy a retrasar unos minutos que el tráfico está horrible”. Era un alivió, y aportaba seguridad en los viajes largos en coche, el disponer de una herramienta comunicativa en la palma de la mano como vía de auxilio, aunque en la práctica, se hacia demasiado atractiva la idea de acercar el auricular a la oreja para escuchar la voz de un conocido al otro lado de la línea. En 1996 la telefonía móvil ya estaba despegando, con alrededor de 135 millones de dispositivos en todo el mundo, un incremento importante frente a los 13 millones de 1991.
Y es que aquellos dispositivos del ’96-’97 tenían como revolución el SMS (short servicie message), un servicio de mensajes cortos especialmente creado para dispositivos móviles de telefonía. Un concepto desarrollado en la cooperación Franco-Germana en 1984 por Friedhelm Hillebrand y Bernard Ghillebaert. La primera proposición del SMS tuvo lugar 1 año después en Oslo (Febrero). El primer mensaje corto se envión a través de Vodafone en el Reino Unido el 3 de Diciembre de 1992 por Neil Papworth de Sema Group (desde un PC) a Richard Jarvis usando un celular Orbitel 901. El mensaje fue “Merry Christmas”. El primer mensaje escrito en un teléfono móvil tuvo lugar en 1993, por parte de un estudiante de ingeniería que trabajaba en Nokia (Riku Pihkonen). Nokia fue el primer fabricante que disponía en 1993 de una gama de teléfonos todos ellos con la función de envío de SMS. En 2008 los mensajes enviado llegaron a ser de 4.1 trillones.
Podríamos decir que el SMS supuso un gran avance, o una genial idea, y también la forma más rápida de comunicar. Es una de las funciones más viejas, y al mismo tiempo sigue siendo una función primordial de uso diario. Todos escribimos mínimo un mensaje de texto diario, y es que a veces no vale la pena realizar una llamada pudiendo enviar un SMS. De hecho está forma de comunicación, muy similar a un telegrama, ha adoptado en nuestros días un lenguaje de comunicación propio a través de abreviaturas y signos abundando en cada 160 caracteres. Las palabras ya no son palabras enteras, sino partes fundamentales de ellas, y los emoticón son una forma fresca de transmitir nuestro estado de ánimo. Sobretodo los más jóvenes han enriquecido aún más ese nuevo idioma del SMS pudiendo contar en tanto 160 caracteres lo que muchos desearíamos en mucho más espacio. Porque nos podemos comunicar en silencio en medio de una reunión, en un ruidoso partido de fútbol, mientras conducimos por la autovía, cuando la cobertura es mala para una buena recepción, cuando el tiempo apremia, dentro de una sala de fiestas, cuando no podemos contactar con nuestro interlocutor, para dejar un aviso… el mensaje corto se utiliza en cualquier sitio, por cualquier motivo, y con una única intención, comunicarse. Y aunque pueda resultar impersonal, más frío, simple, y sin voz….el SMS es y será el alma comunicativa de todos los usuarios de telefonía móvil, sobretodo en fechas tan señaladas como la Navidad o la celebración de un cumpleaños. Y aunque sea algo simple, quizás por ello el MMS (o mensaje multimedia) no ha tenido buena acogida, precisamente porque su uso es más lento, además de más caro, y las personas no solemos enviar contenido multimedia a través de ese servicio, hoy día preferimos el correo electrónico.
Si en la década de los 80 y 90 se empezaban a sentar las bases, el desarrollo tecnológico y la presencia en el mercado de consumo; a partir del año 2000 la telefonía móvil comenzaba su despegue real. Se pasaría de aparatos de coste alrededor de los 3000€ a móviles de coste “0” gracias a contratos con compañía; de pesos de 800 gramos a en algunos casos de unos 80 gramos… y todo eso desde 1981 a 2010, casi 3 décadas de adopción tecnológica, investigación y desarrollo, esfuerzos económicos de las compañías, visión de futuro, campañas de marketing, desarrollo de las redes móviles, sinergias y cooperación entre empresas, las posibilidades de comunicación de las personas en todo el mundo, competencia e importancia de las compañías telefónicas….
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